Navidades realistas pero con ilusión y fantasía
A mí siempre me han encantado las Navidades ya que en mi casa ha sido siempre momento de ilusión y fantasía fuésemos 3 o 23.
No os negaré que es una época de mucho consumismo y a veces porque no decirlo, comprar por comprar. Pero también es la ilusión de regalar, de pensar en la otra persona y el regalo que más ilusión le puede hacer.
Lo que no me gusta es la locura que generan las compras, estrés, el regalar por obligación y las comidas porque tocan.
Desde que sé que voy a ser mamá no paro de darle vueltas a cómo explicarle a mi peque una de las tradiciones más emotivas e ilusionantes por excelencia de los más pequeños: La Navidad.
Nos gustaría explicárselo de una forma respetuosa y sin mentiras, pero manteniendo la inocencia, la fantasía y la magia que envuelve toda la festividad.
Podemos regalarles las cosas abiertamente y explicarles las leyendas que hay detrás que por lo que he investigado son curiosas y llenas de bondad y cariño.
Todo esto no quita que no pongamos en el árbol, decoremos la casa o pongamos villancicos así como hacer actividades especiales en familia para esa época. La Navidad puede ser igualmente llena de amor ilusión y fantasía viviéndola desde el corazón como cada familia se sienta satisfecha. La Navidad significa mucho más que recibir regalos a diestro y siniestro.
NAVIDAD VISTA EN LAS DIFERENTES PEDAGOGIAS
Montessori no era partidaria de fomentar la fantasía en los niños muy pequeños porque consideraba que todavía les era difícil hacer una distinción entre lo real y lo fantástico y por ello apostaba por acercar al niño al mundo real, que por otro lado estaba ya lleno de cosas fascinantes por descubrir de por sí.
Es importante aclarar que la fantasía es algo distinto a la imaginación, ya que uno de los mitos que circulan sobre Montessori es que es un método rígido que no permite desarrollar la creatividad del niño, y por supuesto, no es así.
Recordemos que en casa podemos tener nuestra propia opinión sobre las tradiciones, y que todo se puede mirar.
Sin embargo, si nos vamos a Waldorf, el misterio, la fantasía, es algo que debemos preservar y cuidar en las etapas infantiles. Por eso en las escuelas Waldorf están llenas de rituales, cuentos, villancicos, teatralizaciones sobre el nacimiento, etc.
Desde la mirada de las escuelas libres, el posicionamiento de espacios libres de religión suele ser claro, por lo que se suele optar por celebraciones más cercanas a los ciclos estacionales, celebrando la entrada del invierno. Cada proyecto o colectivo puede encontrar miles de maneras de hacerlo, en este tipo de escuelas la diversidad es muy grande.
Algunas escuelas tradicionales también comienzan a plantearse que desde la escuela se continúe con el mito y con esta tradición única ya que cada vez en los colegios españoles tenemos más variedad cultural dentro de las aulas y no parece muy adecuado ofrecer una sola mirada “verdadera” de cómo vivir y celebrar estas fechas.
PAPÁ NOEL Y LOS REYES COMO FORMA DE CASTIGO O CHANTAJE
Quien no ha escuchado en épocas navideñas decirles a los niños. “Si no te portas bien Papa Noel, los Reyes o el Tió no te van a traer nada”. En un estudio revelabas que efectivamente se conseguía reducir algunas conductas disruptivas de sus hijos/as pero pasado ese periodo todo vuelve a ser igual
EL MEJOR MODO DE CELEBRAR LA NAVIDAD ES EL DE TU CASA
Personalmente creo que ante todo es respetar la decisión de cada familia a la hora de pensar como quiere criar a sus hijos, así como también en esta cuestión
En primer lugar, debemos partir del hecho de que la Navidad no se celebra en todos los países por igual
Para la religión cristiana, la Navidad es una celebración fundamental, mientras que por ejemplo en el judaísmo se celebra el Hanuká o festival de las luces que comienza alrededor del 25 de diciembre y dura ocho días.
Lo bonito de las tradiciones es que las familias hacen un esfuerzo por reunirse, aunque vivan lejos; preparan comidas especiales, comparten historias, y en ocasiones también regalos.
Hay casi tantas Navidades como familias, vale la pena respetar las creencias y tradiciones del resto. Son fechas importantes para mucha gente y tomar una posición de respeto y tolerancia será una buena manera de transmitir a nuestros hijos esos dos grandes valores.
Eliminemos la culpa de nuestra mente, hasta en cuestiones tan íntimas como esta. De hecho, ni siquiera tendremos que esforzarnos mucho en crear la tradición: es habitual que sin hacer nada especial los niños acaben creyendo en la existencia de todos los personajes de la Navidad (debido a que están presentes en su entorno casi a diario).
¡Así que no dudéis en crear vuestras propias tradiciones que os hagan sentir relajados y disfrutando a vuestra manera de la Navidad!
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